ICM talleres, una empresa repleta de corazones solidarios

Tras la instalación del ascensor necesario para trasladar los numerosos materiales que conlleva la puesta en marcha de la obra de La Azotea Azul, la primera fase de la construcción contempla también la instalación de una carpa provisional que proteja de las inclemencias del tiempo a la propia azotea y a los quirófanos que se encuentran debajo.

En este punto nos ha llegado la ayuda inestimable de ICM Talleres, una empresa repleta de corazones solidarios que no ha dudado en echarnos una mano para que pudiéramos contar con la protección necesaria. Han colaborado con la instalación de la carpa y nada más y nada menos que 5.000 euros en materiales, una cantidad que agradecemos con todo el alma pero que, sin embargo, nos parece insignificante al lado de la aportación humana que han hecho.

Miguel Caballero, uno de los profesionales con el que hemos tenido el gusto de contar, explica que todos los compañeros a los que comentaba su intención de ofrecer desinteresadamente su tiempo para instalar esta carpa protectora, se sumaron a él sin pensarlo. Y es que, como él mismo cuenta, esta iniciativa es algo que “te llega”. Miguel cuenta que, una vez que estás allí, que vas por los pasillos del Hospital Infantil Virgen del Rocío, “te toca la fibra porque te ves reflejado en ellos, en los padres, en los niños… Y te dices, yo tengo que participar en este proyecto”.

Gracias a grandes corazones como los que alberga ICM Talleres, empezando por su dueño Nicolás Tapia, estamos hoy un poco más cerca de hacer realidad La Azotea Azul. Donarnos vuestro tiempo, vuestro esfuerzo y vuestro cariño es mucho más de lo que podríamos pedir porque es algo mucho más preciado para nosotros que el dinero, sois vosotros mismos.